Perfeccionismo y ansiedad, ¿cómo se relacionan estas dos?
Cada vez nuestro ritmo de vida es más exigente con nuestra productividad, y no encontramos un espacio sano donde poder cometer errores y poder aprender de ellos. Aunque la perfección en ocasiones aparezca como una virtud, y un viaje sin descanso hacía lograr la mejoría constante, esta también puede tener un efecto perjudicial sobre nuestra propia salud.
De ella pueden derivar comportamientos obsesivos, una fuerte frustración o crear grandes inseguridades en la persona y acabar provocando un trastorno de ansiedad.Por ello, es importante que conozcamos bien en qué consiste el perfeccionismo, y cuáles son sus ventajas y desventajas para nuestro bienestar.
A continuación veremos qué comportamientos son típicos del perfeccionismo y la ansiedad y en qué consiste la relación entre ambos.
El perfeccionismo y la ansiedad: ¿cómo se relacionan?
Una persona perfeccionista corre el riesgo de crear unos estándares demasiado altos, y no parará hasta lograr alcanzarlos – lo cual, no será posible en un gran número de ocasiones. Su objetivo máximo es el éxito y, en el caso de que este no se obtenga, esto puede conllevar a sentimientos de desesperanza, frustración e incluso, en ocasiones la depresión.
Cuando trabajamos duro para conseguir unas metas, y nunca las vemos realizadas, o nunca logramos satisfacernos, el perfeccionismo nos jugará una mala pasada. Si observamos como aquella perfección que buscamos nunca llega, seremos más susceptibles ante la autocrítica, y desarrollaremos más inseguridades.
De esta forma, estamos poniendo una gran carga sobre nuestros hombros, lo cual es fácil que acabe convirtiéndose en estrés y ansiedad. Esa ansiedad se traducirá en el miedo ante la incertidumbre, a no ser lo suficientemente bueno o a que ocurran cosas que no seamos capaces de controlar.
Cuando el perfeccionismo y la ansiedad entran en juego, veremos personas que nunca estarán satisfechas con su trabajo, o con sus acciones, y mostrarán un comportamiento excesivamente controlador por miedo al fracaso.
Ansiedad por perfeccionismo: cómo detectarla
¿Qué caracteriza a las personas perfeccionistas y con ansiedad? ¿Qué comportamientos nos indican que el perfeccionismo está afectando a nuestra salud mental? Aquí te dejo algunos patrones que suelen repetirse en personas con este problema.
Dificultades para finalizar proyectos
Una persona perfeccionista hará por que su trabajo siempre sea lo mejor posible. Sin embargo, esos estándares creados por sí misma nunca serán alcanzados. Hasta que no se logre el éxito, no se dará por concluido el proyecto. Esto la sumirá en una espiral de trabajo constante que hará que tareas más sencillas se alarguen en el tiempo, de forma que presenten dificultades para finalizarlas.
Comportamiento rígido y controlador
Cuando una persona presenta síntomas de perfeccionismo y ansiedad, esta mostrará un gran miedo frente a la incertidumbre. La impulsará a adoptar un comportamiento rígido, marcado por unas reglas a seguir o un metódico sistema de trabajo que no podrá cambiar.
El cambio significará la pérdida de control, y también que aumenten las posibilidades de fracasar. Frente a situaciones que no puede controlar, su miedo aumenta y, por consiguiente, también su ansiedad.
Autocrítica junto con inseguridad
Cuando las cosas no salen como se esperan, una persona perfeccionista no podrá evitar sentirse frustrada. Iniciará un proceso de autocrítica muy duro en el cual ella se vea como la principal causa de fracaso.
Síntomas físicos del perfeccionismo y la ansiedad
La ansiedad también puede manifestarse de forma física en personas perfeccionistas. Estas se quejarán con más frecuencia de tener dolores de cabeza, de estómago, problemas dermatológicos, o falta de sueño y cansancio.
Aunque el perfeccionismo y la ansiedad están relacionados, esto no quiere decir que ambos sean siempre malos. Como hemos visto con frecuencia en muchos artículos, la ansiedad es un mecanismo de autodefensa ante situaciones que ponen en peligro nuestra integridad, y en su justa medida, es totalmente normal.
Ocurre algo parecido con el perfeccionismo. Este, en su justa medida, puede aportarnos innumerables beneficios y ayudarnos en nuestro enriquecimiento personal. Lo importante es cómo logremos trabajar estos aspectos.
Divide tus metas en partes más pequeñas
En lugar de aspirar a objetivos imposibles de alcanzar, lo mejor es dividir esas metas en otros paso más pequeños y asequibles. De esta forma, evitarás entrar en esa espiral de frustración y autocrítica y, a medida que vas superando cada pequeño paso tendrás un incentivo para seguir trabajando.
Recuerda que ahora que te conoces mejor y sabes que eres perfeccionista, estudia tus metas y pregúntate si estas son realmente alcanzables. Ve poco a poco, haciendo metas más grandes a medida que vayas progresando.
Establece un periodo de descanso
Es normal que las personas perfeccionistas acaben acumulando mucho estrés al cabo del día y no dejen a su cuerpo y a su mente tranquilizarse.
Escoge un momento del día en el que nadie ni nada pueda interrumpirte. Durante ese tiempo, pase lo que pase, debes estar descansando y recuperando fuerzas.
Los errores nos ayudan a aprender
Uno de los pasos más importantes para una persona con perfeccionismo y ansiedad es perder el miedo a equivocarse. Debes cambiar la forma en la que ves los errores, y entender estos como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal. Muchas veces, las consecuencias que atribuimos a cometer un fallo son mucho mayores que las que ocurren en realidad. Date espacio para hacer las cosas mal, y aprender.
La terapia cognitiva-conductual ha demostrado su eficacia comotratamiento para aliviar la ansiedad. Este es uno de los métodos que trabajamos en mi clínica y que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida. Hay ocasiones en las que el daño que la ansiedad inflige sobre nosotros es tan profundo, que es necesario acudir a la ayuda de un profesional.
Si quieres volver a disfrutar de tu vida tal y como lo hacías antes, no dudes en contactarme para que podamos trabajar en tu bienestar lo antes posible.
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Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua. Si te sientes identificado/a con mis artículos, no dudes en contactarnos.
Que imortante es tener una ayuda de la familia o los amigos o un compañero de trabajo porqur se tiende al aislamiento, te sientes debil, debilitado, pierdes las ganas de arreglarte y lo peor es perder las ganas de reir, y ver que nadie nadie te puede ayudar. Y te tildan de ser siempre la persona estresada y angustiada, parece que tu entorno ya lo de por hecho y entonces no haya salida
Hola Laura, tienes toda la razón. Una red social de apoyo, es un factor de protección ante las dificultades emocionales. Contar con alguien de confianza a quien podamos contarle cómo nos sentimos o lo que nos pasa, nos protege.
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2 Comments
Que imortante es tener una ayuda de la familia o los amigos o un compañero de trabajo porqur se tiende al aislamiento, te sientes debil, debilitado, pierdes las ganas de arreglarte y lo peor es perder las ganas de reir, y ver que nadie nadie te puede ayudar. Y te tildan de ser siempre la persona estresada y angustiada, parece que tu entorno ya lo de por hecho y entonces no haya salida
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