Normalmente la infancia es una época feliz en la que un niño se recupera de forma rápida y fácil tras un suceso estresante que pueda afectarle de forma emocional. Sin embargo, cuando suceden determinados acontecimientos o situaciones de carácter violento, esto puede desencadenar un trastorno por estrés postraumático en niños.
El niño puede desarrollar este trastorno tanto si lo vive en primera persona como si es testigo de algo que le ha sucedido a otra persona como, por ejemplo, madre, padre o hermano.
Desde Psicología Nafría, te contamos cuáles son los síntomas y las causas del trastorno por estrés postraumático en niños y qué hacer para tratarlo.
El trastorno por estrés postraumático consiste en una afección en la salud mental que se desarrolla si un niño o una niña presencia o experimenta un hecho que haya amenazado su vida o salud, o la de otras personas.
Los sucesos que pueden ocasionar un trastorno por estrés postraumático en niños incluyen situaciones como violencia doméstica, guerras, accidentes de tráfico, incendios, desastres naturales (tales como huracanes, terremotos, tsunamis o tornados), maltrato infantil o muertes.
Durante el momento en el que sucede el hecho traumático el niño siente miedo intenso, horror, pánico o desamparo. Es normal que el cuerpo trate de “huir” o “luchar” ante situaciones en las que sentimos miedo, ya que es una respuesta natural de nuestro organismo.
Normalmente las personas, sobre todos los niños, se recuperan bien de estas situaciones. Sin embargo, cuando un niño sufre un trastorno de estrés postraumático se siente estresado y asustado durante un periodo prolongado de tiempo. Los síntomas pueden comenzar de manera inmediata o con los meses, e incluso aparecer durante un tiempo y desaparecer de manera intermitente.
Hay factores que influyen en el hecho de que se pueda desarrollar un trastorno por estrés postraumático en niños, estos son los siguientes:
Estos son los principales síntomas del trastorno por estrés postraumáticos en niños:
Uno de los síntomas del trastorno por estrés postraumático en niños, aunque también se produce en adultos, es tratar de evadir constantemente personas, actividades, lugares, objetos, pensamientos o situaciones que pueda recordarle el hecho que produjo el trauma.
En muchas ocasiones niega que haya ocurrido el hecho o no muestra sus sentimientos, pero lo cierto es que no llega a “escapar” del todo, ya que suele fracasar en el intento de olvidar que ocurrió.
Este síntoma consiste en re-experimentar el hecho que causó el trauma, ya sea despierto o dormido.
Cuando esto ocurre mientras que el niño duerme, suele producirse porque tiene pesadillas en las que revive el acontecimiento traumático y, además, tiene problemas para conciliar el sueño.
Por otro lado, cuando el niño revive el acontecimiento traumático mientras está despierto lo hace en forma de flashbacks o pensamientos aterradores.
Los flashbacks consisten en eventos que el niño vuelve a vivir porque se ha producido un hecho que está asociado con el suceso original. Por ejemplo, si el niño tuvo un accidente de tráfico es probable que al volver a montarse en un coche reviva la situación y trate de huir, además de sentirse desconectado de la realidad.
De una forma menos intensa que en los flashbacks, el niño el niño recrea la situación en forma de pensamientos, recuerdos o imágenes mentales que le hacen revivir el acontecimiento traumático y hacerle sentir muy angustiado.
Otro de los síntomas del trastorno por estrés postraumático en niños es que se muestren excesivamente atentos y/o pendientes ante cualquier señal de peligro. Normalmente, el niño se siente muy alterado, tenso, se sobresalta de manera muy rápida y apenas puede dormir.
Una de las consecuencias de la hipervigilancia y reactividad es que al ser incapaz de controlar sus emociones y reacciones en muchas ocasiones tienen ataques de ira.
Cuando un niño está afectado por un trastorno por estrés postraumático también puede experimentar cambios en sus pensamientos y creencias como, por ejemplo, sentirse culpable, tener remordimientos, pensamientos negativos sobre sí mismo o de otras personas.
Como consecuencia el niño deja de tener interés en las actividades cotidianas, se preocupa por la muerte pese a su edad, tiene problemas para concentrarse, arranques de ira o problemas para recordar el hecho traumático.
Para el diagnóstico del trastorno de estrés postraumático el niño o niña deberá presentar los siguientes síntomas durante un mes:
El tratamiento del trastorno de estrés postraumático en niños se realiza a través de terapia (cognitivo-conductual, por ejemplo), medicamentos o ambos, según la gravedad del caso y la situación personal del niño.
Si tu hijo presenta los síntomas anteriormente mencionados y crees que pueda estar afectado por el trastorno de estrés postraumático, lo más recomendable es que acuda a terapia, para que puedan enseñarle las herramientas necesarias para superar dicho trauma.
En Psicología Nafría podemos ayudarte, contamos con un experto equipo de profesionales que estudia cada caso, para poder ofrecer una atención adecuada y personalizada a cada uno de nuestros pacientes.
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Asociación Española de Psiquiatría Infantil. (2008). Trastorno de estrés postraumático. Enlace.
Child Mind Institute. (s.f) ¿Qué es el trastorno de estrés postraumático? Enlace.
Stanford Health Health. (s.f.) Trastorno de estrés postraumático en niños. Enlace.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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