PSICÓLOGA EN MADRID

• He tratado de solucionar los problemas por mí mismo pero no he sido capaz, y las dificultades se prolongan en el tiempo más de lo deseable. Estas dificultades pueden acompañarse de sintomatología física y/o afectar a diferentes áreas de mi vida.

• Las cosas de mi vida cotidiana que antes me resultaban placenteras, ahora ya no las disfruto.

• Siento que he perdido la energía y la motivación. Me cuesta mucho realizar cualquier tarea, incluso aquellas relacionadas con mi aspecto personal.

• Veo mi pasado, presente y futuro con gran pesimismo y sin esperanza.

• Tengo dificultades en mis relaciones.

• Mi preocupación por controlarlo todo me impide disfrutar el día a día. Soy excesivamente rígido y/o perfeccionista.

• Existen ciertas cosas (animales, medios de transporte, etc) o situaciones (hablar en público, conocer gente, etc) que me dan miedo y no me permiten llevar una vida normal.

• Estoy constantemente preocupado por todo, por mi familia, por mi trabajo, por mi futuro, por mi seguridad....y esto me lleva a estar en un estado de activación continua. Incluso en ocasiones tengo ataques de ansiedad o la sensación de no poder respirar.

La terapia se centra en el bienestar psicológico de la persona, buscando disminuir la problemática relacionada con las emociones y/o la conducta, enseñando habilidades para resolver los conflictos, potenciando las capacidades de cada uno y favoreciendo el aprendizaje para hacer frente a las dificultades diarias así como a posibles recaídas.

La intervención es gradual. En un primer momento se centra sobre los principales focos de malestar, buscando reducir los síntomas a través de recursos y técnicas de control emocional, identificando dificultades, creencias, comportamientos, pensamientos y emociones disfuncionales. Posteriormente, se da paso al aprendizaje de otras técnicas de afrontamiento y resolución de conflictos que permitan consolidar los cambios y poder ponerlo en práctica en la vida diaria.

El marco de trabajo es cognitivo conductual, donde se enfatiza el papel activo de la persona. Cada paciente es distinto, y por ello la forma de actuación se adapta a cada uno, pero siempre con la perspectiva de ayudar a personas que atraviesan situaciones difíciles. Se trata de una atención especializada basada en la aceptación, el respeto y la confidencialidad.

Según las necesidades de cada persona, existen diversas modalidades, como la terapia presencial o a domicilio.

En muchas ocasiones, nuestros hijos atraviesan etapas o situaciones que son difíciles de manejar, y nosotros nos encontramos desbordados porque no sabemos cómo ayudarles o apoyarles. Bien porque le cuesta hacer amigos, porque no se adapta en el colegio, porque le cuesta mucho estudiar y parece que no tiene interés, o porque tiene problemas para hablar y/o comunicarse.

La terapia puede ayudar tanto a los menores como a los padres, adaptándose a las necesidades de los niños, y sobre todo, para que ambos entiendan la situación por la que están pasando y evitar que el conflicto vaya en aumento.