El trastorno fonológico infantil, más conocido como trastorno de los sonidos en el habla o dislalia, consiste en la dificultad por parte del niño que lo padece en formar sonidos al hablar.
Es normal que a una edad temprana los niños, sobre todo los menores de tres años, no sean capaces de pronunciar las palabras de forma adecuada. Sin embargo, si a medida que crecen tienen problemas en formar ciertos sonidos, es posible que el niño padezca un trastorno fonológico.
En este artículo del blog de Psicología Nafría, te cuento qué es el trastorno fonológico infantil, sus causas y cómo detectarlo.
El trastorno fonológico o dislalia se caracteriza principalmente por dos hechos: la dificultad de pronunciar sonidos en el habla y la dificultad en la elección y ubicación de los sonidos que componen una palabra.
El niño que padece dicho trastorno modifica, cambia u omite determinados sonidos de las palabras alterando su estructura, siendo en algunos casos un lenguaje incomprensible.
Cabe señalar que el trastorno fonológico no es lo mismo que el trastorno del lenguaje. El trastorno fonológico es la dificultad del lenguaje que implica la incapacidad para emitir fonemas. Y, por otro lado, el trastorno del lenguaje es la dificultad que experimenta un niño para entender, comprender y reproducir el lenguaje.
El trastorno fonológico se presenta generalmente en niños, aunque existe un porcentaje de niñas que también padecen este trastorno. En algunos casos, su origen puede ser genético.
Las principales causas del trastorno fonológico infantil son:
Es una de las causas por las cuales un niño puede padecer un trastorno fonológico. En estos casos, no se trataría del trastorno principal, sino de un trastorno comórbido a la discapacidad intelectual.
Cuando el niño tiene escasas o pocas habilidades motoras puede ser una de las principales causas de los trastornos fonológicos. En concreto, quienes padecen este trastorno suelen presentar fallos en la motricidad fina y dificultades articulatorias.
Aquellos niños que manifiestan dificultades en la percepción del espacio y el tiempo suelen tener dificultades a la hora de pronunciar los sonidos y fonemas que constituyen una palabra.
Algunos niños presentan trastornos fonológicos porque, o bien son incapaces de reproducir los sonidos al no percibirlos correctamente, o bien son capaces de distinguir percibir los sonidos, pero presentan dificultades a la hora de integrarlos.
Algunos tipos de trastornos psicológicos, ambientes poco afectivos o sobreprotectores, el estrés, o las carencias emocionales o familiares, son algunas de las causas por las que un niño puede sufrir una dificultad lingüística, como el trastorno fonológico.
Como ya he mencionado anteriormente, existe una clara diferencia entre los niños que están en pleno proceso de desarrollo del lenguaje y pronuncian mal, y los niños cuyo nivel de lenguaje no es acorde con su edad.
Podemos distinguir siguientes tipos de trastornos fonológicos:
La dislalia evolutiva es la fase en el proceso de aprendizaje del lenguaje en la cual el niño está aprendiendo a pronunciar las palabras y los sonidos que las acompañan, a familiarizarse con la gramática, o aprender nuevas palabras.
La dislalia funcional se produce porque los órganos que se encargan de articular los fonemas no funcionan correctamente. Es decir, se trata de un problema en los órganos articulatorios que no tiene una causa orgánica conocida. Es el tipo de trastorno fonológico diagnosticado con mayor frecuencia.
En este caso el trastorno fonológico se debe a un mal funcionamiento de los órganos articulatorios debido a una anomalía o malformación como, por ejemplo, en el paladar, el labio o en la lengua, conocido como diglosias, o bien, por algún tipo de daño cerebral.
Los niños con discapacidad auditiva o audición defectuosa no oyen bien los fonemas y, por tanto, no pueden reproducirlos.
Los errores del trastorno fonológico se pueden percibir más o menos en función de la cantidad que cometa en niño a la hora de hablar. Los más frecuentes son los que enumero a continuación:
Los padres y madres que crean que su hijo padece un trastorno fonológico deberán tener en cuenta los siguientes síntomas:
A través de un tratamiento adecuado los niños aprenden a articular y pronunciar los fonemas que les causan problemas, e incluso, en algunos casos llegan a superar esta dificultad en su totalidad.
En Psicología Nafría contamos con un experto equipo de profesionales especializado en el tratamiento psicológico de niños y adolescentes que estudia cada caso, para poder ofrecer una atención adecuada y personalizada.
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Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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