La tensión del ritmo de vida, circunstancias frustrantes y adversas, junto a muchos desajustes en la percepción de amenazas desproporcionadas o irreales, hacen que sea imprescindible conocer la clave, para superar la ansiedad que está en la base del malestar.
En el origen de la ansiedad siempre se encuentra la sensación de vulnerabilidad y miedo, tanto si se trata de amenazas con un fundamento racional, como si la causa está en una interpretación subjetiva y distorsionada de la realidad.
La ansiedad es un recurso natural que mantiene a la mente en alerta y activa el organismo manteniéndolo en tensión para responder a lo desconocido, pero al desencadenar mecanismos de sobre activación en el cuerpo y la mente, resulta perjudicial cuando actúa sin control y de forma continuada.
Vivir en un estado de ansiedad recurrente produce molestos trastornos físicos y mentales que pueden llegar a ser muy limitantes, desencadenando desproporcionadas reacciones como las crisis de ansiedad y ataques de pánico, trastornos que sin tratamiento degeneran también en depresión.
Si estás atravesando por momentos en los que la ansiedad domina tu día a día, tienes que conocer la clave para superar esta angustiosa situación y recuperar el equilibrio.
Tanto si ya estás diagnosticado de ansiedad, como si aún no eres totalmente consciente de lo que te pasa, te vendrá bien continuar leyendo para saber cómo evitar la ansiedad cuando comienza a dispararse y no sabes cómo actuar.
En muchos casos después de acudir al médico de cabecera y realizar los exámenes de reconocimiento, al recibir un diagnóstico del Trastorno de ansiedad, algunos pacientes se conforman con el tratamiento farmacológico prescrito, que en principio puede reducir síntomas, pero no soluciona el problema totalmente si no se complementa con una adecuada psicoterapia.
“La psicoterapia es el remedio más seguro para aprender a gestionar la ansiedad, porque los tratamientos psicológicos aportan mecanismos personales para su reducción y control en cualquier momento presente o futuro.”
Recurrir a remedios para la ansiedad como el alcohol, el tabaco, o las drogas, puede hacerte sentir más tranquilo mientras los estás usando, pero su efecto será poco duradero, y con consecuencias nocivas para tu organismo.
Con este tipo de hábitos para dejar de tener ansiedad, realmente no vas a conseguir solucionar tu malestar, sino que a tu problema añadirás otros como los efectos tóxicos de estas sustancias y su carácter aditivo.
Analiza que ideas y sensaciones intervienen en el aumento de tu tensión, acelerando tu pulso y respiración, generándote presión en el pecho, y ese conjunto de señales que disparan el malestar.
Entre las estrategias para la ansiedad, tienes que afrontar conscientemente que, aunque tu cuerpo comience a mandarte señales de que algo no va bien, la sensación de ahogo no va a terminar matándote, ni tu corazón va a dejar de latir en ese momento.
Así que no alimentes más tu angustia, porque con esos pensamientos solo conseguirás alargar e intensificar estos desagradables momentos de pérdida de control.
Para dejar de tener ansiedad, tienes que esforzarte por cambiar el foco de tu atención hacia ideas positivas que te generen sensación de bienestar, para ello, cuando te encuentres en momentos de calma, céntrate en buscar imágenes mentales que te agradan, y escríbelas detalladamente.
Haz este ejercicio diariamente para ayudarte a fijar estas nuevas ideas positivas en tu mente, y así poder utilizarlas a la hora de superar la ansiedad cuando aparece.
Cuando empieces a notar tensión, la respiración profunda puede ser una gran ayuda a la hora de relajarte y dejar de tener ansiedad.
Aprende a respirar centrando tu atención en como lo haces, y repite el ejercicio varias veces todos los días para dominar este mecanismo que te puede ayudar a superar la ansiedad antes de que esta se intensifique y te haga perder el control.
Sitúa una de tus manos entre el estómago y el vientre, y toma aire pensando en llenar esa zona lentamente, para después comenzar a soltar el aire desde allí y hasta vaciar totalmente tus pulmones, repitiendo varias veces este tipo de respiración que te puede ayudar mucho a controlar la ansiedad sin medicamentos.
Deja a un lado la preocupación por el que dirán, y la obligación de exigirte más de lo que puedes, dando prioridad a lo esencial, y reorganizando tu vida de tal forma que en ella quede tiempo para cuidarte, y así reducir las probabilidades de aparición de la ansiedad y depresión:
Evita las relaciones tóxicas, y si estás se encuentra en el seno familiar, pide ayuda a un psicólogo para modificar las dinámicas negativas y la forma de interrelación que os está dañando.
La clave principal para controlar y superar la ansiedad consiste en reprogramar la mente de tal forma que los pensamientos destructivos no te dominen, pero, aunque aquí hemos explicado algunas pautas que puedes manejar para controlar los síntomas de la ansiedad, puede que solo no lo consigas.
Por eso la forma más segura y eficaz de conseguir un remedio definitivo a tu problema está en consultar a un psicólogo que determine el tratamiento más adecuado a tu caso, guiándote en todo momento y evaluando tus progresos para manejar y superar la ansiedad enseñándote las técnicas más eficaces.
Entre las psicoterapias más efectivas para curar la ansiedad está la Terapia Cognitivo-Conductual que te ayudará a entender los mecanismos que desencadenan tu ansiedad, y que herramientas debes usar para combatirlos.
Este tipo de terapia para la ansiedad, se puede combinar con otras como la Terapia de Exposición y la Hipnosis con las que podrás afrontar tus miedos de una forma controlada.
Y si el trastorno tiene su origen en un conflicto familiar, existen otro tipo de intervenciones para ayudaros a superar las posibles causas de la ansiedad.
Soy Patricia Nafría, y en mi gabinete de psicología de Madrid te puedo ayudar a encontrar el equilibrio que necesitas en este momento, si te atreves a dar el paso solicitando una primera consulta gratuita para conocernos y explicarme lo que te pasa.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
Si te sientes identificado/a con mis artículos, no dudes en contactarnos.
