Pese a que la fisioterapia también es una disciplina que arroja innumerables beneficios a las personas que sufren daño cerebral adquirido, no debe ser la única. Esto se debe a que no es suficiente, no alcanza a cubrir todo lo que necesita el paciente ya que asocia alteraciones que van más allá del sistema motriz. Por ello, la Neuropsicología es clave en el daño cerebral adquirido. ¿Quieres saber cómo? Descúbrelo con nosotros.
Antes de introducirnos en el tema de la Neuropsicología en el daño cerebral adquirido, debemos pararnos a explicar qué es el daño cerebral adquirido. Este, es un daño que se ocasiona en el sistema nervioso central, que causa alteraciones en las capacidades del usuario que lo sufre.
Este daño puede ser causado tanto por un agente externo o interno al organismo del paciente y puede afectar a las capacidades sensoriales, físicas, cognitivas, emocionales, e incluso, conductuales.
En la gran mayoría de casos, el daño cerebral adquirido es causado como resultado derivado de traumatismos craneoencefálicos. Pese a que estos citados traumatismos sean la principal causa del surgimiento del daño cerebral adquirido, no es la única causa, también encontramos las trombosis y/o embolias cerebrales, los tumores, y diversos tipos de enfermedades infecciosas.
En este caso concreto, no es que destaque ninguna por encima de la otra. Cada caso es un mundo, con sus distintos grados de gravedad de la lesión, de superficie de cerebro afectada, tipo de paciente…
Lo más habitual, es que el daño cerebral adquirido afecte a la capacidad de atención, viéndose gravemente disminuida la capacidad y velocidad de la información recibida por el usuario que sufre el daño cerebral adquirido. Como es comprensible, una persona que sufre daño cerebral adquirido y le afecta a la atención, difícilmente mantendrá la capacidad de vigilancia.
El lenguaje y el movimiento también se ven claramente afectados por el daño cerebral adquirido. Como hemos comentado al inicio de este subapartado, el nivel de afección de estas alteraciones dependerá del contexto concreto de cada paciente. La realidad es que las alteraciones del lenguaje y del movimiento generadas por el daño cerebral adquirido pueden llegar a ser muy severas.
Otro aspecto al que acostumbra a afectar el daño cerebral adquirido es la memoria. Esto causa problemas, bien sea en el mantenimiento, recuerdo o recuperación de información que un día estuvo presente en el cerebro del paciente. Por todo ello es tan importante la neuropsicología en el daño cerebral adquirido.
Son 4 las distintas fases con las que debe trabajar la Neuropsicología en el daño cerebral adquirido: la fase crítica, la fase aguda, la fase subaguda y, por último, la fase de atención a largo plazo. Comenzamos a explicar cada una de ellas.
En esta etapa, pese a que el paciente está en un estado de estabilidad, la probabilidad de que se complique es realmente grande. Por ello, en esta fase el ingreso hospitalario es más que necesario, para tenerle controlado y monitorizar todo a su alrededor. Es el momento idóneo para preparar un plan de tratamiento para los próximos meses, tanto para él como para su familia.
El plan de tratamiento de Neuropsicología en el daño cerebral adquirido, al menos en esta fase, es necesario que vaya enfocado a reavivar el control estimular. Además, el Neurospsicólogo debe acercarse a la familia del paciente. No sólo por brindar apoyo emocional, realmente clave si el hospital no cuenta con ningún tipo de figura de acompañamiento, sino también para recabar toda la información que le sea posible.
En esta fase de la Neuropsicología en el daño cerebral adquirido, pese a que el paciente ya se encuentra estable también en el aspecto neurológico, sigue requiriendo atención hospitalaria. Es el momento clave de actuación del neuropsicólogo, ya que es en esta fase cuando se empiezan a dilucidar las alteraciones provocadas en el paciente como resultado del daño cerebral adquirido.
El neuropsicólogo en esta fase cobra especial importancia. Debe hacer una serie de valoraciones iniciales sobre el estado real del paciente. Sin una correcta valoración inicial no se puede ejecutar el plan que realmente sea efectivo para la consecución de la más pronta recuperación posible del paciente.
Por situarnos en las fases de la Neuropsicología del daño cerebral adquirido, en este momento, el paciente ya se encuentra a punto de concluir su ingreso hospitalario. En este mismo momento es cuando el neuropsicólogo debe dar comienzo a la fase de rehabilitación intensiva del tratamiento escogido.
La primera labor a realizar por el neuropsicólogo es la Entrevista clínica inicial. El objetivo de esta no es otro que conocer al paciente y su contexto. Posteriormente, el neuropsicólogo deberá realizar la evaluación neuropsicológica y recopilar toda la información recabada en un informe neuropsicológico.
La fase en la que más habitualmente las familias acuden a los centros de ayuda de la Neuropsicología. El paciente ya se encuentra en casa, continuando su proceso de rehabilitación.
Pese a que sea importante que el paciente continúe con su rehabilitación en esta fase de la Neuropsicología del daño cerebral adquirido, los esfuerzos del neuropsicólogo deben ir más orientados a que los avances conseguidos en el proceso sean realmente útiles en su readaptación a su nueva vida diaria.
Esperemos que te haya servido este post sobre la Neuropsicología en el daño cerebral adquirido. Si hay algo que no te haya quedado claro, o quieres solicitar una cita para que comencemos a trabajar con alguno de tus seres queridos que sufre daño cerebral adquirido, no dudes en contactarnos. En Psicología Nafría estaremos encantados de poder ayudarte en lo que sea que necesites.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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