¿Has oído alguna vez hablar del síndrome de Gills de la Tourette? Este trastorno neurológico que recibe el nombre del doctor Georges Gilles de la Tourette, quien diagnóstico por primera vez esta enfermedad en 1885, se suele detectar en la infancia.
Si has observado que tu hijo o hija presenta tics de forma repetitiva e incontrolada, es posible que sufra el síndrome de Gills de la Tourette.
En este artículo del blog de Psicología Nafría, te cuento qué es, sus síntomas y tratamiento.
Como ya he avanzado al inicio de este post, el síndrome de Gills de la Tourette es un trastorno neurológico que hace que la persona que lo padece realice movimientos y sonidos repetitivos que no puede controlar.
Los primeros síntomas de este trastorno aparecen en la infancia, normalmente entre los 5 y 10 años de edad, y suele desarrollarse más en los niños que en las niñas.
El síndrome de Gills de la Tourette puede afectar de forma negativa al bienestar físico y mental del niño. Por ello, es fundamental ayudarle, mediante el tratamiento adecuado, a reducir sus síntomas para poder llevar una vida más saludable.
Los síntomas del síndrome de Gills de la Tourette pueden variar, desde los más leves como un pequeño movimiento, encoger los hombros o toser, hasta los más graves, es decir, movimientos y/o sonidos de forma continua que no puedan controlar.
Dichos tics pueden agravarse e incluso cambiar si el niño que los sufre está estresado, alterado o cansado. A medida que la tensión aumenta, los movimientos serán más difíciles de controlar, lo que puede afectar a su vida cotidiana.
Los tics del síndrome de Gills de la Tourette pueden dividirse en:
Además, como ya he explicado anteriormente, los tics pueden ser movimientos o sonidos repetitivos, es decir, tics motores o tics vocales.
A continuación, se agrupan los tics en función de su complejidad y de si se trata de un movimiento o un sonido.
Además de los síntomas enumerados, el síndrome de Gills de la Tourette puede presentar otro tipo de síntomas, trastornos o comportamientos:
Se desconocen los motivos exactos por los que un niño desarrolla el síndrome de Gills de la Tourette. Por un lado, se cree que al tratarse de un trastorno neurológico genético, se trasmite de padres a hijos. Por otro lado, se cree que este se desarrolla durante el embarazo.
A priori, las investigaciones realizadas apuntan a que se debe a problemas en ciertas partes del cerebro, en concreto, con las sustancias químicas que se encargan de que las neuronas se comuniquen entre sí.
Por lo general, para el diagnóstico de este trastorno neurológico se deben de cumplir una serie de criterios:
En el caso de que hayas observado que tu hija u hijo pequeño realiza movimientos o emite sonidos de forma repetitiva e involuntaria, lo más recomendable es consultar con un profesional para que pueda darte un diagnostico cuanto antes.
En Psicología Nafría contamos con un experto equipo de profesionales especializado en el tratamiento psicológico de niños y adolescentes que estudia cada caso, para poder ofrecer una atención adecuada y personalizada. No dudes en ponerte en contacto conmigo, la primera consulta es gratuita.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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