¿Has notado que tu hijo o hija actúa de forma normal en el hogar y cuando está fuera de casa no es capaz de emitir ni una sola palabra? ¿Los profesores han observado que siempre está callado en clase? Es posible que se trate de mutismo selectivo.
En este post del blog de Psicología Nafría, te cuento qué es el mutismo selectivo y cómo se debe de tratar. Presta mucha atención y toma nota.
El mutismo selectivo es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza principalmente porque el niño que lo padece es incapaz de hablar, hasta el punto de parecer mudo, ante determinadas situaciones o contextos, pero cuando se siente cómodo puede mantener una conversación normal.
Este trastorno suele detectarse entre los 3 y 4 años de edad, cuando el menor comienza el colegio y se observan los primeros síntomas, aunque pueden darse antes y en otros ámbitos.
El problema es que muchas veces se tiende a confundir el mutismo selectivo con una timidez extrema, y esto puede dar lugar a un diagnóstico tardío de este trastorno de ansiedad.
Los niños con mutismo selectivo no tienen problemas de comunicación, comprenden y entienden perfectamente el lenguaje e, incluso, se comunica a través de gestos, muecas, mínima, etc.
Sin embargo, puede interferir en el día a día del niño como, por ejemplo, afectar en el desarrollo, aprendizaje y rendimiento en el colegio; o en las interacciones sociales, no conseguir entablar amistades porque no es capaz de expresar lo que siente o piensa.
Algunos rasgos en común de los niños que padecen mutismo selectivo son la timidez, el perfeccionismo o la dependencia.
Estos son los principales comportamientos que pueden determinar que un niño padezca este tipo de trastorno de ansiedad:
Para que el niño sea diagnosticado de mutismo selectivo los síntomas deben de persistir al menos un mes. Además, deben de descartarse otros trastornos, por ejemplo, un problema en el desarrollo del lenguaje.
Hoy en día, no existe una causa que explique el mutismo selectivo. En principio, los investigadores apuntan a que se trate de factores genéticos, pero hay quienes defienden que se deba a una concurrencia de componentes.
Las principales causas del mutismo selectivo son las siguientes:
Son diversos los estudios e investigaciones realizados sobre el mutismo selectivo que indican que este puede deberse por factores genéticos. Se ha demostrado una relación clara entre los padres o familiares cercanos que sufran algún tipo de trastorno de ansiedad y los niños con mutismo selectivo.
Por norma general, si alguno o los dos progenitores padecen fobia social, ansiedad social, trastorno de personalidad evitativo u otro tipo de trastorno que afecte en la comunicación e interacción con terceros, esto puede incrementar las posibilidad de que el niño sufra mutismo selectivo.
El entorno en el que crezca el niño también puede ser una d las causas del mutismo selectivo. Aquellos niños que vivan en zonas aisladas sin posibilidad de relacionarse con personas fuera de su entorno familiar, o a los que se les ha reforzado conductas de evitación, pueden ser más propensos a padecer mutismo selectivo.
Se ha demostrado que algunos factores como los abusos, los traumas, crecer con una familia desestructura o no haber sido educado adecuadamente, no son los causantes del mutismo selectivo.
Otra de las causas que explican el mutismo selectivo es el temperamento del niño. Algunos estudios han demostrado que ciertas personas tienen temperamentos inhibidos, esto quiere decir que cuando se encuentran ante situaciones de peligro tienden a ser más miedosas y evitar afrontarlas.
Es posible que los niños con mutismo selectivo tengan menor excitabilidad en el área del cerebro encargada de interpretar las señales o circunstancias de peligro (la amígdala). Esto explica que cuando se encuentra ante determinadas situaciones lo siente como un peligro real, cuando en realidad no lo es.
Estos son algunas de las medidas que puedes tomar para ayudar a tu hijo o hija:
El mutismo selectivo puede tratarte a través de una terapia conductual, mediante la cual poco a poco y con diversas actividades, se introduce al niño en ambientes sociales en las que se siente incómodo para reforzar su confianza.
En Psicología Nafría contamos con un experto equipo de profesionales especializado en el tratamiento psicológico de niños que estudia cada caso, para poder ofrecer una atención adecuada y personalizada. No dudes en ponerte en contacto conmigo, la primera consulta es gratuita.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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