La muerte o pérdida de un perro puede resultar en una experiencia de duelo profunda y compleja, comparable en intensidad al dolor por la pérdida de un ser humano cercano. El duelo por un perro requiere comprensión y apoyo, ya que a menudo no recibe la valoración social que merece. El duelo por la pérdida de un ser querido es una experiencia emocional intensa que puede afectar profundamente y en no pocas oportunidades es muy difícil de sobrellevar, porque un ser querido no sólo puede ser un familiar o amigo, la relación entre un humano y su mascota también es única y especial.
Cuando el vínculo se rompe debido a la muerte del animal acompañante, puede surgir un sentimiento de vacío y dolor que puede ser tan intenso como el duelo por una persona muy querida y cercana, el duelo por un perro no es menor ni menos legítimo que cualquier otro tipo de duelo.
La partida del ser querido puede desencadenar un proceso emocional que varía según las circunstancias específicas de cada persona y su relación con el animal fallecido, por eso hoy te comentaremos sobre el tratamiento de duelo por un perro y cómo afrontar esta situación.
Para enfrentar de mejor manera el difícil trance de cómo superar la muerte de un perro, que nos fue altamente querido, es crucial permitirse sentir y expresar las emociones sin juzgar, sin compararse con otros, así como no sentirse mal por expresar el duelo y la tristeza por el adiós definitivo de quien ya no está.
Es normal experimentar momentos de gran tristeza, pero también es importante encontrar formas saludables de canalizar estos sentimientos y saber cómo superar el duelo perruno, común y normal en toda persona y ser vivo que profesó querencia y respeto por quien hoy está en otro plano distinto al nuestro de hoy.
Los motivos por los que el duelo por un perro puede ser tan intenso, son similares a los del duelo por un ser humano y tienen que ver el apego emocional profundo formado durante la relación con el animal, que invoca recuerdos compartidos y experiencias juntos, y, por ello, la ausencia del animal, puede parecer imposible de llenar.
En no pocos casos, se hace presente la sensación de responsabilidad por haber dejado al animal solo y el sentimiento de cómo saber que mi perro fallecido está conmigo, es la difícil sensación de ruptura de un patrón de vida establecido y de que no me es posible superar la muerte de mi perro.
El duelo es una respuesta natural y universal a las pérdidas importantes en nuestras vidas. Se produce como resultado del vínculo emocional que hemos formado con los seres, situaciones, geografías y realidades que nos han sido cercanas.
La relación entre un humano y su mascota, especialmente un perro, es única y especial, la historia de la humanidad guarda testimonios increíbles sobre ello, es que los perros logran integrarse completamente en nuestras vidas, compartiendo momentos cotidianos, proporcionando compañía y afecto incondicional.
Para muchas personas, un perro es más que una mascota, es un miembro de la familia, un amigo fiel y un compañero inseparable, incluso para toda una vida y por eso, perder a un perro, puede ser tan duro cómo perder a un familiar cercano o a un amigo entrañable
Es completamente válido sentirse destrozado por la partida física de un perro y no hay que sentir vergüenza por experimentar estos sentimientos intensos, aun cuando, la sociedad, con mucha frecuencia, subestima el duelo por mascotas, lo cual puede llevar a que las personas se sientan incomprendidas o avergonzadas por expresar su dolor.
Es fundamental recordar que el tiempo es un factor importante en la dinámica de procesar el duelo , que no hay una fecha límite para superarlo, y, que con el paso del tiempo, las emociones tienden a suavizarse, la vida debe regresar al ritmo normal y los sentimientos nos tratan con menos rigurosidad.
Lo más importante es ser paciente contigo mismo y no presionar sobre el difícil trance del duelo perruno, porque, en algunos casos, el duelo por un perro puede desencadenar problemas emocionales más profundos o incluso trastornos del estado de ánimo como la depresión.
Si las emociones incontroladas persisten durante mucho tiempo o interfieren significativamente con la vida diaria, se hace necesario buscar ayuda profesional y, en ese plano, el tratamiento de duelo que ofrecemos en Psicología Nafría, se centra en ayudar a las personas a afrontar y superar la pérdida de un ser querido o una experiencia traumática.
Con todo, el duelo por un perro puede ser una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de las relaciones interpersonales, así como entre nosotros y los animales, sirve, además, como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de apreciar cada momento con los seres queridos que tenemos alrededor.
En algunos casos, el duelo por un perro puede desencadenar problemas emocionales profundos o incluso trastornos del estado de ánimo como la depresión, y, si las emociones interfieren significativamente o te impiden llevar una vida diaria normal, es necesario buscar ayuda profesional.
En Psicología Nafría, nos centramos en proporcionar un apoyo emocional integral para ayudar a las personas a procesar y superar experiencias de pérdida significativa o trauma y nos enfocamos en el apoyo emocional, no solo en el tratamiento médico.
El proceso de duelo suele seguir varias etapas que comienzan en la negación inicial, en el no superar la muerte de mi perro, lo que hace difícil aceptar la realidad de la pérdida. Surge la interrogante de cómo superar la muerte de un perro, aparecen también la irritabilidad y rabia, es decir, sentirse enojado con el mundo e, incluso, con el propio animal que ya no está con nosotros.
La negación con la que inicia el proceso de duelo, es un mecanismo de defensa natural, que hace que sea difícil aceptar la realidad de la pérdida, es una de las formas en las que opera nuestro cerebro para decirnos que la pérdida no está ocurriendo, es una acción para protegernos del dolor inicial.
Por su lado, la irritabilidad y la rabia, son otro mecanismo natural, que opera también como una forma de reaccionar al impacto emocional de la pérdida, y, en condiciones normales ellas irán fluyendo lentamente, el cuerpo las manejara de manera acertada, hasta desaparecer.
Otros momentos del duelo perruno, indican una tristeza profunda, que te hace muy difícil realizar actividades cotidianas y cada pequeño detalle puede hacerte recordar al animal perdido y generar sentimientos de desconsuelo y abatimiento.
En algún momento, pueden llegar y hacerse presentes el vacío y la soledad, el sentirse solo sin el compañero solidario, atento y siempre presente, puede resultar en un vacío emocional profundo.
En no pocos casos, la depresión hace presencia y puede detectarse por la aparición de sentimientos de tristeza intensa y ausencia de interés en actividades que antes disfrutabas, por ello, ante su persistencia durante mucho tiempo, no debes dudar más y debes buscar ayuda profesional.
El momento de negociación interna, de controlar contigo mismo la difícil realidad, es otro de los mecanismos de defensa, que puede surgir con la idea de recuperar al animal que ha partido, pueden aparecer remordimientos por lo que se pudo haber hecho para evitar la pérdida y pueden brotar las interrogantes que buscan como saber que mi perro fallecido está conmigo.
No tan pronto, llega la aceptación y gradualmente se comienza a admitir la realidad de la pérdida, lo que significa estar listo para seguir adelante con tu vida. Si bien ello no implica felicidad, sí señala que reconoces que has pasado por el duelo y estás preparado para seguir viviendo sin tu compañero. La vida continúa.
Todas las etapas o fases que se hacen presentes en el proceso del duelo perruno, puede ser tratada de forma específica, en una persona afectada emocionalmente y que vea perturbado significativamente, el discurrir de su vida normal y corriente por tiempo prolongado.
En primer lugar, es necesario permitir que las emociones surjan sin juzgarlas, ya que cada persona reacciona de manera única al dolor. Algunas estrategias efectivas para sobrellevar el duelo incluyen expresar sentimientos de manera saludable, practicar autocuidado y buscar apoyo social activo.
Es fundamental ser paciente consigo mismo y reconocer que el duelo es un proceso personal que no tiene una duración definida de antemano y que si las emociones se vuelven abrumadoras, se debe considerar la ayuda de un profesional para encontrar formas de superar el dolor y seguir adelante con la vida.
El proceso de cómo superar la muerte de un perro amigo y acompañante, aunque doloroso, ofrece oportunidades para crecer y transformarnos. No debemos olvidar que cada persona atraviesa el duelo a su propio ritmo y estilo, y que es normal experimentar una variedad de emociones durante ese proceso.
Con paciencia, comprensión y apoyo adecuado, es posible superar el dolor y seguir adelante con nuestra vida, manteniendo siempre los recuerdos positivos de nuestro ser querido, encontrando formas saludables de honrar la memoria del animal fallecido.
En el manejo de la difícil dinámica del duelo perruno, un elemento fundamental es el reconocimiento emocional, esto es, permitirte sentir las emociones que surjan sin juzgarte ni intentar reprimir tus sentimientos.
Es esencial compartir tus sentimientos con amigos, familiares o grupos de apoyo, y, en ese contexto, puede ser beneficiosa la ritualidad que significa un servicio conmemorativo o la creación de un pequeño monumento en honor al perro como elemento para honrar su memoria y mantener el recuerdo.
Otros factores, de un amplio conjunto de actitudes nuevas a asumir, incluyen la escritura reflexiva a través de cartas o esquelas memorísticas sobre tu perro y su vida juntos. Muy importante es también el autocuidado, es decir el cuidar tu salud física y emocional, lo que incluye el apoyo social entre personas que han experimentado pérdidas similares.
Otro factor muy significante está en buscar actividades y experiencias nuevas que ofrezcan momentos de calma y alegría, porque enfrentar el duelo, significa permitirnos sentir y expresar nuestras emociones sin juzgarlos ni compararnos con otros.
La importancia de la ayuda profesional para el tratamiento del duelo por un perro es fundamental para facilitar el proceso de superación emocional. Los profesionales de la salud mental pueden ofrecer herramientas específicas para manejar el duelo y ayudar a procesar la pérdida de manera constructiva.
Además, pueden identificar signos de depresión o ansiedad relacionados con el duelo y recomendar tratamientos adecuados. La terapia puede ayudar a establecer nuevos hábitos y rutinas, reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
Asimismo, el especialista puede guiarte en la construcción de rituales personales para honrar la memoria del perro fallecido, promoviendo una reconciliación gradual con la realidad de la ausencia.
En casos delicados, la intervención profesional es crucial para prevenir complicaciones emocionales persistentes y asegurar una recuperación saludable del duelo perruno.
Si te sientes identificado con alguna de las etapas del duelo y crees que necesitas ayuda psicológica, acude a Psicología Nafría, te ayudaremos a hacerle frente a estas situaciones que, aunque no queramos, antes o después, sucederán. Reserva tu cita con nosotros y podremos dar el primer paso para superar tu duelo.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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