Tiempo de lectura: 5 minutosUna situación como la que estamos viviendo estos días, no entraba dentro de los planes que teníamos pensado ni a corto, ni a medio o largo plazo, pero, aunque no entrara dentro de nuestra programación, es la realidad que nos ha tocado vivir y no podemos cambiarla. En cambio, lo que si podemos controlar es cómo llevar una vida psicológicamente saludable mientras dure el estado de alarma.
Ahora mismo, somos muy conscientes de todas aquellas cosas que no podemos hacer y parece que las ganas por hacerlas se han incrementado exponencialmente, como una necesidad imperiosa de salir a la calle, y el no poder llevarlas a cabo, hace que nos sintamos doblemente encerrados.
Además, nuestro contexto ha cambiado de tal manera que algunos han perdido su trabajo de la noche a la mañana, otros han sido obligados a teletrabajar y otros siguen trabajando, pero siendo conscientes de que están expuestos a una situación donde su bienestar corre peligro. Y todo ello regado con un confinamiento entre cuatro paredes que a veces parecen estar demasiado cerca. La convivencia con la familia se ha convertido en continua, 24 horas al día juntos, creando dificultades nuevas, como por ejemplo entretener a los niños o hacer malabares con los recursos disponibles para organizar el menú.
Viendo todo esto, es normal que aquellas cosas que antes podían ser pequeñas, ahora parecen gigantes ya que se han magnificado, les prestamos más atención y nos hace pensar que todo es más difícil. ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor? Aquí os dejo unas cuantas ideas que os pueden ayudar:
Establecer una hora para levantarse
Si hay algo que marca nuestra rutina diaria es el despertador, ya que nos recuerda que tenemos una jornada laboral o de estudio por delante. Para que nuestro cerebro no piense que todos los días son fin de semana, puesto que eso provocaría aburrimiento y desidia, es fundamental establecer un horario para salir de la cama, aunque no hace falta que sea a la misma hora que lo hacíamos antes del estado de alarma. Pero si, que nos indique que el día ha empezado y que tenemos una serie de tareas/actividades por delante
Vestirse
Permanecer con el pijama todo el día confunde a nuestro cerebro, pasa algo parecido al tema del despertador. No es bueno para nuestra salud mental que nuestro cerebro piense que todos los días son sábado o domingo, porque no es verdad, le estaríamos tratando de convencer de una mentira. No es necesario que nos pongamos nuestro mejor uniforme o nuestro mejor traje, pero si que cambiemos de ropa, que nos quitemos el pijama.
Haz un horario
Nuestro día a día estaba lleno de horarios y rutinas, pues la idea es un poco recuperar una rutina, aunque no sea la misma. No es necesario que sea algo muy estricto, pero sí que establezcamos una serie de actividades a lo largo del día. Podemos recuperar algunas de las actividades que hacíamos antes, si es posible, debido a que muchas entidades ofrecen sus actividades de forma online, o podemos aprovechar para incorporar esas rutinas que antes no podíamos, como hacer deporte, cuidarnos, dedicarnos tiempo a nosotros mismos, etc.
Aprovechar para estar en contacto con amigos y/o familia
Es muy posible que antes no disfrutáramos de tiempo real con la familia y/o amigos, porque nuestro día a día nos tuviera absorbidos. Pues ahora, disponemos de ese tiempo que antes nos faltaba y podemos aprovechar para crear unos vínculos más fuertes y más sólidos. Conocer si realmente a mi hijo le gusta el tenis o por el contrario prefiere tocar el saxofón en vez de aprender inglés. Podemos aprovechar a jugar, recuperar esos juegos de mesa o innovar con nuevos para crear momentos compartidos y divertidos. O utilizar los medios de comunicación para interesarnos por nuestros amigos o familiares más lejanos: esa llamada para la que nunca disponíamos de tiempo o posponíamos por falta de horas.
Trabajar
No tiene por qué significar necesariamente un trabajo remunerado, que puede serlo, pero puede ser esas tareas domésticas que se derivan de vivir en una casa o si no se tiene trabajo, se puede aprovechar para mantener actualizado el curriculum.
¿Noticias? Si, pero sólo una vez al día
En la era de la información, es constante el goteo de información y sobre un único tema, el COVID-19 y sus consecuencias. Aunque no siempre su objetivo es informarnos, a veces nos desinforman ya que sesgan información. Con que una vez al día nos informemos de las novedades y nos actualicemos, es suficiente. Ver constantemente las consecuencias de un virus, cómo la gente está sufriendo y como la solución aún parece lejana, hace que nuestra ansiedad, malestar e incertidumbre se incrementen, teniendo consecuencias negativas para nuestra salud, tanto física como mental.
Hacer deporte
Es fundamental que nos mantengamos activos, si antes hacíamos deporte, no descuidemos esa rutina, y si no, es un buen momento para empezar. Existen incontables recursos que podemos emplear para hacerlo, y de todos los tipos. Desde clases de yoga o pilates hasta clases de aerobic o zumba. No sólo porque es bueno para nuestras articulaciones, tono muscular y funciones fisiológicas, sino porque además facilita el movimiento de neurotransmisores que nos ayudan a sentirnos mejor.
Planes en familia
Aprovechando que tenemos que convivir ¿Por qué no compartir tiempo juntos? Hagamos esos planes que habitualmente no tenemos tiempo, como jugar con los más pequeños, ver películas, jugar al parchís, hacer un karaoke, o incluso aprovechar para hacer limpieza, ordenar armarios o cocinar. El deporte en familia o cocinar juntos es algo que nos puede unir mucho y, quien sabe, igual crear un hábito saludable para cuando todo esto finalice.
Dedicarnos tiempo a nosotros mismos
Porque el estar en casa no es incompatible con mimarnos, con cosas tan sencillas como tomar un baño, usar esos productos que están ahí en el fondo del armario, manicura y pedicura, limpieza facial, masajes, etc. Pero incluso, ir más allá, cómo, por ejemplo, aprovechar para leer, escribir un libro, redecorar las habitaciones, probar recetas nuevas o hacer manualidades. Aprovechemos la maravillosa cantidad de ideas que podemos encontrar gracias a internet o a la generosidad de la gente compartiendo videos o trucos en redes sociales.
En definitiva, descansar, ver la televisión o estar al día en redes sociales está genial, pero aprovechemos que ahora mismo el recurso del que más disponemos es tiempo y podemos usarlo para organizar una rutina que nos ayude a que este periodo pase de forma más amena y rápida, y sobre todo, para que nuestra cabeza esté ocupada en actividades que nos hagan tener un buen estado de ánimo en lugar de pensamientos negativos, provocando que nos sintamos mal y que este confinamiento sea más duro.
Y si con todo esto, esos sentimientos y pensamientos negativos persisten no dudes en ponerte en contacto con un profesional. En Psicología Nafría seguimos ayudando a todo aquel que lo necesite a través de nuestro servicio de terapia online, ya que estar confinados no está reñido con encontrarnos emocionalmente bien.