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10 diferencias entre hombres y mujeres – Psicología Nafría

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enero 9, 2025
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Unhappy couple not speaking to each other against pink and blue

Tiempo de lectura: 6 minutos

Existen diferentes visiones filosóficas a la hora de abordar un tema tan complejo como el de las diferencias entre hombres y mujeres. Hay que tener en cuenta que estas diferencias pueden no identificar a todas las personas y que nada es tan simple y general como para poder extrapolarlo a una clave absoluta y mundial.

Dicho esto, en el ámbito de la psicología puede ser muy interesante analizar algunos aspectos que suelen diferir entre hombres y mujeres para encontrar una terapia adaptada a las características habituales de cada uno.

Desde Psicología Nafría queremos ofrecerte 10 diferencias entre hombres y mujeres para que puedas comprenderlas dentro del marco cultural y social de nuestro país.


1. Multitarea y foco en tareas únicas: Aprendizajes culturales

El hecho de que las mujeres sean, por lo general, mejores en la multitarea y de que los hombres sean más de concentrarse en una tarea a la vez puede entenderse como el resultado de los roles asignados.

Desde pequeñas, las niñas suelen recibir juguetes o actividades relacionadas con la gestión simultánea (como muñecas o juegos de cocina), mientras que los niños se centran en desafíos individuales, como construir o resolver problemas mecánicos.

Si te preguntas qué diferencias naturales hay entre hombres y mujeres, tenemos que explicarte que no existen diferencias biológicas relacionadas con la multitarea entre hombres y mujeres: estas habilidades pueden desarrollarse y fomentarse por igual.


2. Expresión emocional

Las mujeres son educadas para ser más abiertas con sus emociones. Se les enseña desde niñas que es aceptable llorar o expresar sentimientos. Por el contrario, a los niños se les inculca la idea de que “los hombres no lloran”, llevándolos a reprimir sus emociones y a disimular ante su entorno.

Estas normas de género refuerzan los estereotipos de sensibilidad femenina y dureza masculina, que a menudo se cumplen, precisamente, por lo que acabamos de explicar.


3. Respuesta al estrés, ansiedad y depresión

Las diferencias en la forma de lidiar con el estrés también tienen una base social. A las mujeres se les ha enseñado a buscar apoyo emocional y cuidar de los demás (como en la dinámica de “madres cuidadoras”), mientras que a los hombres se les empuja hacia la independencia y la acción directa, limitándolos a respuestas como “enfrentar” o “huir”, sin demasiados términos medios.

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Es por esto que, en la edad adulta, los hombres son más propensos a reaccionar al estrés de una forma más violenta o directa y, al contrario, las mujeres tienden a internalizar el estrés, lo que se manifiesta en una tasa mayor de ansiedad y depresión.

Es habitual que la gente piense que los hombres son más propensos a la depresión, pero en realidad es al revés: existen numerosos estudios que demuestran que son las mujeres las que reportan niveles más altos de estrés y porcentaje de trastornos relacionados.

¿Por qué entonces la tasa de suicidios es más elevada entre los hombres? Esto puede deberse, precisamente, a la respuesta al estrés que hemos mencionado. Es decir, una mujer es educada para internalizar y expresar, y esto se traduce en la búsqueda más habitual de ayuda. Los hombres, por su parte, son educados para reaccionar de forma más brusca y fría, y para simular una fortaleza emocional a través del silencio. Los hombres, en general y aunque se va trabajando más esto poco a poco, son mucho menos propensos a pedir auxilio cuando se encuentran en este tipo de situaciones. Y este es solo uno de los múltiples motivos sociales de diferenciación entre hombres y mujeres que podemos destacar.

Desde el Ministerio de Sanidad del Gobierno, se pretende disminuir más esta diferencia entre hombres y mujeres a través del abordaje multidisciplinar. Puedes enterarte de más aquí.



4. Comunicación: Expectativas culturales en el lenguaje

Desde la infancia, las niñas suelen ser animadas a hablar más, a describir sus emociones y a relacionarse de manera empática. A los niños, en cambio, se les anima a usar un lenguaje más práctico y directo, asociado con su percepción como líderes o solucionadores de problemas. Esto refleja cómo las expectativas culturales moldean nuestras habilidades comunicativas y, en definitiva, la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno.

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5. Orientación espacial

Aunque se argumenta que los hombres tienen mejores habilidades espaciales, este aspecto puede ser una profecía auto-cumplida. Los niños tienen más acceso a juguetes como bloques, videojuegos o mapas, mientras que las niñas son menos incentivadas a desarrollar estas habilidades. Hay que entender que la práctica repetida genera confianza y refuerza cualquier capacidad innata.

Este estudio sobre las diferencias de género en habilidades cognitivas de la Universidad Pontíficia Javeriana de Colombia indica que, en igualdad de oportunidades, las diferencias en capacidades espaciales entre sexos disminuye significativamente. ¿Qué quiere decir esto? Que la educación y la sociedad juegan un papel crucial en el desarrollo y perfeccionamiento de la orientación espacial.



6. Agresividad y competitividad masculina

La agresividad masculina no es innata, sino un producto de un entorno que valora y premia el comportamiento competitivo en los hombres desde pequeños. Deportes, dinámicas escolares e incluso la forma en que se celebra la valentía refuerzan esta idea. En contraste, las niñas suelen ser reprendidas si muestran comportamientos agresivos y se las orienta hacia la cooperación.

Además, en esta diferencia entre hombres y mujeres influyen muchas otras, como las ya comentadas en la comunicación, la respuesta ante el estrés y muchas más.


7. Preferencias de juego

El tipo de juguetes que se regalan a niños y niñas perpetúa las ideas de roles de género. Mientras que las niñas suelen recibir muñecas y juegos relacionados con el cuidado, los niños reciben herramientas, cochecitos y figuras de acción. Estos juguetes no solo influyen en sus juegos, sino también en las expectativas que tienen de sí mismos y de sus futuros roles sociales.


8. Percepción sensorial

Aunque a menudo se dice que las mujeres tienen un sentido más desarrollado para los detalles y los colores, esto podría ser producto de años de exposición a actividades donde estas habilidades se refuerzan. Desde la elección de ropa hasta la decoración del hogar, se espera que las mujeres dediquen más atención a estas áreas.

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9. Liderazgo y toma de decisiones

La falta de representación de mujeres en roles de liderazgo no se debe a diferencias innatas o biológicas en términos de ambición o capacidad, sino a estructuras sociales que históricamente han limitado el acceso femenino a estas posiciones. Desde que nacen, la mayoría de mujeres enfrentan barreras numerosas, como la educación sesgada, los estereotipos sociales y la doble carga del trabajo y el hogar, que suele todavía imponérsele más a ellas.


10. Respuesta sexual y deseo

El deseo sexual en los hombres suele ser más constante, mientras que en las mujeres puede fluctuar más. De todos modos, aunque es común creer que la testosterona, más presente en el sexo masculino, está vinculada al deseo sexual, un estudio ha revelado que el aumento de testosterona no incrementa este deseo.

Algo que sí que se ha probado científicamente es la diferencia entre sexos en cuanto a la concordancia sexual: los hombres suelen mostrar mayor concordancia entre la excitación y la respuesta genital.


Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre hombre y mujer?

Para comprender las diferencias entre hombres y mujeres es importante, como bien hemos indicado, atender a las características sociales y educativas diferentes entre estos sexos. Si se quiere obtener una mayor igualdad psicológica entre hombres y mujeres, debe trabajarse la inclusión e igualdad desde la infancia, aunque el problema sea a menudo social y no tanto individual.

En una sociedad más igualitaria, las diferencias entre hombres y mujeres, al menos en el ámbito psicológico, se reducirían de forma muy notable.



Si tienes algún problema psicológico, debes tener en cuenta que cada individuo es único, y que las generalizaciones son solo eso. No debes limitarte a tu sexo biológico para afrontar un problema. En Psicología Nafría tenemos un equipo de expertos que pueden ayudarte con herramientas, técnicas y terapias conductuales para superar esa crisis que te está afectando, independientemente de tu sexo o género. Contáctanos y te ayudaremos a encontrar la paz mental que has perdido.

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Comentario Terapeuta

Patricia Nafría Vicente

Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
Si te sientes identificado/a con mis artículos, no dudes en contactarnos.

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