Cuando se trata de salud mental, los pensamientos intrusivos pueden ser una señal de diferentes tipos de condiciones y trastornos que pueden afectar considerablemente la vida de los individuos. Una bastante común es el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). En Psicología Nafría hemos preparado este artículo para explicarte qué es el trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas.
Además, este no es definitivo, ya que existe un tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo, por lo que si bien se trata de una situación difícil de afrontar para muchos, es algo que puede ser tratado de manera adecuada para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Para entender el trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas, es necesario comprender que esta afección se compone de dos tipos de pensamientos o acciones, como lo son la obsesión, como detallaremos a lo largo del post.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se califica como crónico (duradero) que se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes que generan malestar o miedo en la persona que los padece. Estos pensamientos se denominan obsesiones y suelen estar relacionados con temas como la limpieza, el orden, la simetría, la religión, el sexo o la violencia.
La presencia de estos pensamientos en el trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas son claves para el diagnóstico, y la ansiedad que provocan, por lo general, se ve reflejada en un intento de controlarlos a través de lo que llamamos las compulsiones. Estas son una serie de comportamientos o rituales repetitivos que le proporcionan un alivio temporal a la persona, pero que interfieren con su funcionamiento normal.
Estos comportamientos tipo motor (como lavarse las manos, ordenar objetos, comprobar cosas) o mental (como rezar, contar, repetir palabras), y lo que buscan es calmar los pensamientos intrusivos y el miedo que provocan.
Pasando al trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas o señales que nos pueden alertar de su presencia, tenemos que se manifiesta principalmente a través de la presencia de pensamientos y conductas que parecen salirse de la norma para una persona. Algunos ejemplos de compulsiones que asociamos al TOC son:
Estos son algunos ejemplos comunes de las compulsiones como comportamientos o actos mentales repetitivos que la persona realiza para aliviar la ansiedad provocada por los pensamientos intrusivos, que usualmente pueden estar vinculados a alguna de estas situaciones:
Claro está, algunos de estos pensamientos pueden sobrevenir a cualquier persona en algún momento, el tema está en su frecuencia y la afectación que pueden generar para que sean concebidos como poco adaptativos o potencialmente peligrosos para una persona. Las personas con TOC suelen ser conscientes de que sus obsesiones y compulsiones son irracionales o exageradas, pero no pueden controlarlas o evitarlas, lo cual puede generar mucha angustia.
Hasta el momento no se conocen causas exactas del porqué se produce el trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas, sin embargo, existen algunos factores asociados a que este pueda aparecer. El principal es la genética, si bien no hay genes identificados que se asocien con el TOC, las personas con familiares en primer grado que padezcan esta enfermedad son más propensas a desarrollarla también.
También hay algunos factores biológicos que pueden influir como cambios en la corteza frontal y las estructuras subcorticales del cerebro, que son las áreas de las que depende el comportamiento y algunas respuestas emocionales.
Asimismo, los factores ambientales también influyen en su aparición, pues las personas que han estado expuestas a situaciones traumáticas pueden desarrollar eventualmente este y otros tipos de trastornos de la ansiedad.
El TOC es un trastorno frecuente que afecta a entre el 1 y el 3% de la población mundial. Suele aparecer en la infancia o la adolescencia y tiene un curso crónico y fluctuante. El trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas pueden causar un gran sufrimiento y deterioro en la calidad de vida de las personas que lo sufren y de sus familiares.
Además, el TOC suele estar asociado a otros trastornos psicológicos como la depresión, la fobia social, el trastorno de pánico o el trastorno dismórfico corporal, por lo que puede aparecer en personas que ya padezcan alguna de estas condiciones.
El trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas son una afección progresiva, esto quiere decir que una vez aparece tiende a ir en aumento cuando no es bien controlado. Si bien se trata de un tipo de enfermedad concreta, podemos identificar algunas formas en que el TOC se manifiesta de acuerdo a la obsesión-compulsión que el paciente tenga, siendo algunos de los más comunes:
El tratamiento más eficaz para trastorno obsesivo-compulsivo y sus síntomas es la terapia cognitivo-conductual (TCC), la cual consiste en una intervención psicológica basada en la exposición gradual a las situaciones que provocan ansiedad y en la prevención de respuesta, es decir, en evitar realizar las compulsiones.
La TCC ayuda a modificar los pensamientos irracionales que sustentan las obsesiones y a reducir el miedo y el malestar asociados a ellas. En ocasiones también es necesario el tratamiento farmacológico de manera complementaria con antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que actúan sobre el neurotransmisor implicado en el TOC.
El TOC es un trastorno que requiere de la evaluación y diagnóstico profesional, así que aunque ya conozcas algunos de sus síntomas y cómo puede verse. Pide tu primera cita gratuita en Psicología Nafría para empezar a tratar tu TOC y mejorar tu día a día.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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