El vasto océano, con sus aguas insondables y su inmensidad desconocida, ha intrigado y asombrado a la humanidad durante siglos. Sin embargo, para algunas personas, este entorno marino tan majestuoso es fuente de una profunda ansiedad conocida como talasofobia. En Patricia Nafría, como Psicóloga Especialista en Fobias en Madrid, he preparado este post para que conozcas esta condición, sus síntomas y la forma de intentar superarla.
La talasofobia, o miedo intenso a los cuerpos de agua vastos, es una fobia que provoca ansiedad al enfrentar la posibilidad de contemplar o estar cerca del océano, el mar, o lagos extensos.
En otras palabras, la talasofobia es el término utilizado para describir el miedo irracional y persistente al océano profundo y sus vastas extensiones. Las personas que padecen talasofobia sienten un temor abrumador cuando se enfrentan a imágenes, videos, o incluso la idea de estar en alta mar, lejos de la costa o en aguas profundas donde no pueden ver el fondo.
Este miedo puede ser debilitante y limitar las actividades relacionadas con el agua, como nadar en aguas abiertas, bucear o abordar un barco. Son muchas las personas que se ven afectadas por este miedo irracional a las profundidades del mar.
El término talasofobia surge del griego “thalassa” (mar) y “phobos” (miedo), reflejando el profundo temor al entorno marino. Este miedo va más allá de las preocupaciones comunes y se centra en la percepción del mar como un lugar peligroso e incontrolable.
Desde una perspectiva psicológica, la talasofobia podría relacionarse con la ansiedad hacia lo desconocido y la falta de control. Evolutivamente, evitar grandes masas de agua solía representar una medida de seguridad, potenciando la probabilidad de supervivencia humana. En el presente, estos instintos pueden manifestarse como miedo extremo.
Es crucial distinguir entre la talasofobia y la aquafobia, que es el miedo general al agua. Mientras que la aquafobia se refiere al temor al agua en cualquier contexto, la talasofobia está especificada a la inmensidad y profundidad de los océanos y mares.
La cultura y los medios han contribuido a expandir la percepción del mar como un ambiente inquietante. Películas, leyendas y tragedias marinas han reforzado la imagen del océano como un lugar de peligros latentes, impactando en la psique colectiva.
Para quienes padecen talasofobia, las actividades recreativas relacionadas con el agua, como nadar, navegar o viajar en barco, se ven enormemente restringidas. Este miedo puede influir en decisiones personales y limitar experiencias.
Es cierto que las causas de la talasofobia pueden variar de una persona a otra, pero generalmente están relacionadas con diferentes experiencias traumáticas, influencias culturales o incluso factores genéticos. Estos son algunos de los factores que podrían contribuir a la talasofobia:
Ahora que sabemos qué es la talasofobia y las causas de su aparición, vamos a contarte cuáles son los principales síntomas que puede sufrir una persona. Eso sí, ten presente que estos pueden variar en intensidad de una persona a otra, pero generalmente incluyen:
Es cierto que no existe una especie de evaluación o test estandarizado para saber si alguien sufre este trastorno o en qué grado lo está padeciendo. Al igual que ocurre con otras muchas fobias, debemos saber diferenciar entre un temor natural de aquellas fobias que son patológicas:
Es importante saber diferenciar ambas sensaciones. Mientras una puede ser una respuesta natural al estar en un entorno desconocido, la otra sensación va mucho más allá, con miedos irracionales que no te permiten disfrutar.
La talasofobia puede ser una gran barrera para disfrutar de actividades acuáticas y experiencias en el océano. Sin embargo, es importante que sepas que se trata de un trastorno que se puede tratar. Algunos enfoques para abordar la talasofobia incluyen:
En la mayoría de los casos, la talasofobia tiende a reducirse. Durante el proceso de terapia, se buscará controlar y reducir los niveles de ansiedad a causa del miedo al mar. El objetivo es reducir esa fobia, para que deje de ser algo que afecte a tu vida y planes.
Es importante saber que este problema puede tener solución. Por eso, si estás viviendo esta fobia u otra, puedes acudir a terapia en mi consulta, donde te ayudaré a mejorar la situación y aprender a enfrentarte a la talasofobia.
Contacta conmigo para concertar tu primera cita, como toma de contacto, para empezar a mejorar tu situación.
Patricia Nafría Vicente
Psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga. Mente inquieta en formación continua.
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